El ADN, herramienta valiosa en la gestión genética y sanitaria, complementa, pero no sustituye al microchip como medio oficial de identificación en España y en la Unión Europea

La identificación como pilar del bienestar animal

La reciente normativa en tramitación, el Proyecto de Real Decreto sobre identificación de animales de compañía, desarrolla el artículo 51 de la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales y el artículo 39 de la Ley 8/2003 de sanidad animal. Su finalidad es establecer un sistema único y homogéneo de identificación obligatoria para perros, gatos y hurones mediante microchip, y para aves mediante anillado.

El Parlamento Europeo ya se pronunció en esta línea en sus resoluciones de 2016 y 2020, al considerar la identificación electrónica como un medio esencial para garantizar la trazabilidad, prevenir el tráfico ilegal, evitar el abandono y mejorar el control de enfermedades transmisibles como la rabia. Se considera necesario desarrollar en una única norma la identificación de todos los animales de compañía.

Microchip: el sistema reconocido por ley

El microchip subcutáneo es el único medio de identificación legalmente válido en nuestro país para perros, gatos y hurones. Su uso asegura que cada animal disponga de un código único registrado en bases de datos autonómicas conectadas con el Registro Central, lo que permite relacionar de manera inequívoca al animal con su propietario o responsable y solo puede ser implantado y registrado por un veterinario colegiado y autorizado por el Consejo Andaluz de Colegios Veterinarios.

El Consejo desarrolló en 1998 una plataforma informática denominada Registro Andaluz de Animales de Compañía (RAIA) para contar con una base de datos en la que constasen registrados los animales de compañía.

La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha renovado el pasado 8 de agosto la encomienda de la gestión del Registro Central de Animales de Compañía al Consejo que pone a disposición de la Junta de Andalucía RAIA de forma gratuita.

Se trata, además, de un sistema seguro, estandarizado a nivel europeo y difícil de manipular, que proporciona a las autoridades una herramienta eficaz para el control y la protección animal.

 

El papel del ADN: una herramienta complementaria

Por su parte, las pruebas de ADN en perros constituyen una herramienta de gran utilidad en otros ámbitos, especialmente en la cinofilia y la medicina veterinaria preventiva. Gracias a la información genética es posible:

  • Confirmar la filiación y elaborar libros genealógicos de razas puras.
  • Identificar portadores de enfermedades hereditarias y orientar programas de cría responsables.
  • Favorecer la conservación de razas y la mejora de su salud a largo plazo.

No obstante, aunque el perfil genético ofrece información valiosa, no sustituye al microchip como sistema oficial de identificación. El ADN identifica la carga genética de un animal, pero no permite por sí solo garantizar la trazabilidad administrativa, la lucha contra el abandono ni la rápida devolución del animal a su propietario.

 

Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Almería recordamos que:

  • El microchip es el único sistema de identificación obligatorio y legal en España y en el marco europeo.
  • El ADN es un recurso complementario, muy útil en la gestión de razas, genealogías y salud genética, pero sin capacidad para sustituir al microchip en términos legales ni administrativos.
  • Ambos métodos, correctamente utilizados en su ámbito, representan un avance importante en el cuidado, control y bienestar de nuestros animales de compañía.
  • En relación con el uso del análisis de ADN de heces de perros como método para evitar la presencia de deposiciones en la vía pública, diversos informes coinciden en señalar que presenta importantes limitaciones jurídicas, técnicas, logísticas y presupuestarias que lo hacen ineficaz como herramienta de control. Además, la evidencia disponible apunta a que su efectividad como mecanismo sancionador frente a los propietarios que no recogen los excrementos de sus animales es reducida.
  • Por todo ello, y teniendo en cuenta que existen alternativas más razonables y eficientes para alcanzar el mismo fin, el ADN debe entenderse como un recurso de apoyo en el ámbito veterinario y genético, pero no como una solución práctica ni sostenible en la gestión del espacio público.