200529 Entrevista Emilio Gómez-Lama 2Una llamada en 2002 cambió su vida. La Junta de Gobierno del Colegio de Veterinarios (COLVET) de Almería quería proponerlo como candidato a la presidencia. Emilio Gómez-Lama aceptó, iniciándose así 18 años de mandato que dejan tras de sí la construcción de una nueva sede para la institución, la inauguración del primer museo veterinario de España, la celebración del centenario del Colegio o unas férreas relaciones con la sociedad almeriense y sus instituciones. El ya expresidente del COLVET se despide repasando estas casi dos décadas al servicio de su profesión.

 ¿Qué es lo primero que se le pasa por la cabeza tras echar la vista atrás?

Realmente yo no soy de mirar hacia el pasado. Es indudable que siempre se piensa en que las cosas son mejorables o que se podían haber hecho de otra forma. Han sido muchos años vinculado a mi colegio como presidente del mismo. Ha sido una etapa de mi vida profesional muy larga que me ha proporcionado la posibilidad de conocer personalmente a muchos compañeros, conocer muy de cerca los problemas y preocupaciones de todos los sectores profesionales.

A lo largo de todo este tiempo habrá habido buenos y malos momentos. ¿Con qué se queda?

El haber comenzado prácticamente el siglo XXI como presidente y permanecer tres legislaturas seguidas dan para muchísimas vivencias y conocimientos. Creo que, si miramos atrás, hay que recordar los momentos buenos. Evidentemente, cuando me incorporé al Colegio allá por marzo de 2002 mi bagaje de conocimientos para gestionar una institución como esta eran muy escasos. Creo que me fue muy útil la facultad de organización y de autodisciplina que he tenido como norma de conducta habitual durante el ejercicio profesional, virtudes inculcadas por mis padres y revalidada a lo largo de mi vida militar.

Centrándonos en la pregunta, le diré que los años de mayor preocupación fueron, sin duda, allá por el 2008, en la anterior crisis económica que sufrimos en España. Ya se había aprobado en Asamblea General el comienzo de las obras del magnífico colegio que disfrutamos hoy. Como hechos más relevantes destaco la inauguración del Colegio en Ciudad Jardín el 14 de junio de 2014, así como la inauguración del Museo Veterinario el 16 de junio de 2016 y, como colofón, la celebración del centenario de nuestro Colegio en el año 2018.

Se marcha por decisión propia al creer que había llegado el momento. ¿Por qué tomó esa decisión?

Si me remonto al año 2002, cuando empezó mi mandato, jamás pensé en lo que ha venido después. De hecho, me buscaron miembros de la Junta de Gobierno saliente y me propusieron para que me presentara al cargo. Así pasó: nos reunimos, conformamos una candidatura y hasta hoy. Ha habido incorporaciones y bajas en las dos elecciones posteriores en los años 2008 y 2014. Quiero destacar mi reconocimiento a los veinte compañeros que han formado parte de las tres Juntas de Gobierno. La decisión de no presentarme a la reelección ha sido meditada, pensada y decidida hace años. Al ganar las elecciones del 2014, ya en mi fuero interno pensé que sería la última. Acabábamos de inaugurar la Sede Colegial y pensábamos dar un último impulso al colectivo veterinario y, una vez terminada la legislatura, esperar un relevo.

¿Qué ha significado el Colegio para usted?

Ha sido una etapa importantísima de mi vida profesional. Es un motivo de satisfacción y orgullo el haber podido representar a todos mis compañeros a nivel provincial, autonómico y nacional. Nuestra organización colegial nos da la opción de influir y asesorar a las autoridades civiles en las leyes que afectan a nuestra profesión. El cargo de presidente y la representación que te ofrece esta posición me ha supuesto el poder intervenir en estas decisiones que tanto nos afectan y una entrega y dedicación total al Colegio.

Uno de sus muchos logros ha sido la gran relación que el Colegio ha mantenido con la sociedad almeriense, las instituciones e, incluso, las universidades. ¿Se marcha satisfecho?

Sinceramente, estoy muy satisfecho. La relación con las instituciones locales y provinciales ha sido muy fluida, siempre con gran sentido de cooperación entre ambas. Hemos organizado y ejecutado muchísimas actividades que han resultado muy satisfactorias, tanto para la profesión veterinaria como para el conjunto de la sociedad almeriense. Se han organizado congresos profesionales y exposiciones o se han formado convenios con ayuntamientos y universidades. Esta colaboración es el fruto de la buena sintonía con todas las autoridades.

A lo largo de todo este tiempo también se ha esforzado por poner en valor el papel del veterinario en la sociedad. ¿Hay que seguir haciendo hincapié en ello?

Sin duda. Las actividades y la colaboración institucional repercuten positivamente en que nuestra profesión sea cada día más conocida y reconocida socialmente. Tenemos tanto que ofrecer a la sociedad que muchos de nuestros cometidos son desconocidos por la misma por esta razón. Hay que seguir trabajando en esta dirección y dándole el valor real que se merece.

Sus últimas semanas al frente del Colegio estarán marcadas por esta crisis del coronavirus. ¿Cómo se ha vivido?

Me atrevería a decir que estos dos últimos meses han supuesto un cambio en la sociedad mundial, cambio que aún no imaginamos cómo va a ser, pues aún no han llegado las consecuencias de este desastre. Ha coincidido la aparición de esta pandemia, al menos en su declaración oficial en España, con el proceso electoral de nuestro Colegio. De hecho, al proclamar el Gobierno el Decreto 463/2020 del Estado de Alarma y paralizarse todos los procedimientos administrativos, nos ha afectado, como a toda la nación. Así, en Junta de Gobierno aprobamos que, a pesar de haberse proclamado la nueva Junta, siguiera en funciones la Junta de Gobierno saliente y así hemos estado, hasta el pasado día 19 de mayo en que tomó posesión de sus cargos la nueva directiva del COLVET. Se ha vivido y se sigue viviendo con mucha incertidumbre, con preocupación, con responsabilidad, pero también con esperanza y positividad. Nosotros somos una profesión esencial y por esta razón hemos seguido trabajando, tanto los profesionales en ejercicio libre como los cuerpos de inspectores veterinarios de Salud y los inspectores de la Delegación de Agricultura y Ganadería y el resto de profesionales en ejercicio libre en sectores esenciales. El Colegio ha seguido prestando sus servicios a todos los profesionales, aunque con precauciones y normativas dictadas por el Gobierno de España.

¿Cree que el Colegio es hoy mejor que hace 18 años?

Naturalmente. Si no hubiéramos mejorado, habríamos hecho una pésima gestión de los recursos que recibimos. El cambio de siglo nos trajo el euro, cambios en los sistemas informáticos, etc. Todos hemos evolucionado, toda la sociedad, con nuevas actividades y nuevos cometidos. Hemos tenido tres legislaturas que han adoptado y renovado sus procedimientos. Hemos mejorado todos. Tenemos una nueva sede que nació como una idea, que se realizó en años difíciles y que es un orgullo de todos nuestros compañeros. Dentro de ella, contamos con unas dependencias amplias, confortables, espaciosas y con el primer museo veterinario profesional en toda España.

¿Cuál será su papel a partir de ahora? ¿Seguirá de cerca los movimientos del Colegio o se tomará un merecido descanso?

Una vez cumplida la legislatura y dado paso a la actual directiva, paso, como en la milicia, a la llamada situación de reserva. Mi misión está cumplida. Quiero decir que me he sentido y me siento muy orgulloso de la confianza que me dieron mis compañeros, renovada en dos ocasiones, de poder ser la cabeza visible de la profesión veterinaria en esta querida tierra de Almería.

¿Hay algo que desee transmitirle a la nueva junta de gobierno del Colegio?

Nuestros colegiados saben que tienen unos representantes en la nueva directiva, con experiencia y muy implicados en las labores colegiales. La Junta se ha renovado en un 50 % de sus componentes. Por esta razón, he aludido a la experiencia que tienen. Están representados los sectores mayoritarios dentro del abanico de funciones profesionales. Creo que lo único que les puedo desear es que tengan el apoyo de todos los colegiados. Que trabajen duro, que tenemos una profesión que es muy vocacional, que nos da muchas satisfacciones y alegrías. Les deseo la mejor de las suertes en esta etapa que comienzan y que cuenten con el apoyo que hemos tenido nosotros, pues somos una gran profesión, que hagamos de nuestro Colegio nuestra segunda casa, pues el COLVET es de todos y nos sirve a todos. Mi más sincero agradecimiento. Les deseo los mayores éxitos por el bien de la profesión veterinaria.