María del Pilar Acero y Alberto Consuegra, miembros del Colegio Oficial de Veterinarios de Almería, han sido los únicos españoles en participar en esta “enriquecedora” experiencia

170915 VETERINARIOS ALMERIENSES

Los veterinarios María del Pilar Acero y Alberto Consuegra.

Por muchas diferencias que existan entre un país u otro (idioma, cultura, lengua…) siempre hay algo que une a los pueblos. Esto es lo que creen firmemente María del Pilar Acero y Alberto Consuegra, agentes de Salud Pública del Distrito Poniente Almería y Distrito Almería, respectivamente, y miembros del Colegio Oficial de Veterinarios de Almería (COLVET Almería). Estos dos profesionales han participado este verano en un proyecto internacional en Bielorrusia, cuyo objetivo principal era el de mejorar la salud pública de sus ciudadanos. Bajo el título ‘La alimentación nos une’ y a través de la organización Movimiento de los Focolares, los veterinarios se han sumergido en una experiencia que, como dicen, los ha enriquecido laboralmente y, sobre todo, de manera personal.

Durante 20 días, los profesionales almerienses se han trasladado a Minsk, capital de Bielorrusia, para cooperar con su conocimiento como veterinarios, imprescindibles para garantizar la seguridad de los alimentos y el correcto funcionamiento de la cadena alimentaria, en el fomento de hábitos de vida saludables, que mejoren la salud pública de sus ciudadanos. Para ello, María del Pilar y Alberto han convivido durante este tiempo con familias de este país, incluso han participado en un campamento con niños de 5 a 15 años, para poder conocer de primera mano las rutinas de estas personas, los productos que predominan en sus despensas, la disponibilidad alimentaria, las condiciones higiénicas en las que se mantienen los alimentos, etcétera. “Lo primero que hicimos fue observar. No puedes llegar a un país tan diferente al nuestro y directamente recomendarles esto u otro, pues igual no se lo pueden permitir, económicamente hablando, o simplemente no hay de lo que le indicamos”, explican los colegiados del COLVET Almería. Se refieren con esto a que, por ejemplo, han detectado un gran déficit de frutas y verduras frescas en la alimentación de estas personas.

Estos dos colegiados del COLVET Almería han sido los únicos españoles en participar en esta experiencia internacional que han compartido con personas de otras nacionalidades como Polonia, Eslovenia, Italia, Brasil o República Checa. Ahora, una vez recuperada la normalidad tras el viaje, tanto uno como otro recomiendan apasionadamente al resto de sus compañeros vivir algo así. “Es una experiencia que abre el alma, que te permite ver la realidad de otros lugares, de valorar lo que tienes y de darte cuenta de la capacidad que tenemos de ayudar a otras personas y también de saber que, por muchas diferencias, siempre son más los aspectos que nos unen”, explican. Y no ha sido nada fácil, pues una de las trabas que primero se encontraron fue el idioma, para ello, antes de marcharse estudiaron el alfabeto ruso para poder comunicarse con sus ciudadanos. A pesar de esto y de otros inconvenientes, María del Pilar y Alberto aseguran que repetirían encantados.

alimentos

Productos típicos de Bielorrusia.

 

El papel del veterinario en la salud pública de las personas

‘Hygia pecoris salud populis’, es decir, ‘La higiene de los animales es la salud del pueblo’. Este es el lema de la profesión veterinaria, por lo que la salud humana y animal, la vigilancia de enfermedades y control de cada una de las fases de la cadena alimentaria están relacionados de forma directa con el trabajo de los veterinarios.  La veterinaria de salud pública desempeña un papel fundamental en la atención primaria de las personas. En muchos países el establecimiento de una situación de sanidad humana satisfactoria requiere, entre otras cosas, un control mucho más eficaz y, si es posible, la erradicación de las zoonosis (enfermedad propia de los animales que puede transmitirse a las personas). Muchas zoonosis no tienen sólo un impacto directo sobre la salud humana, sino que causan también grandes pérdidas de alimentos, de ahí que la figura del veterinario sea imprescindible para la garantía de la salud pública.